lam 3:59 NVI
逐节对照
交叉引用
  • Génesis 31:42 - Si no hubiera estado conmigo el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, el Dios a quien Isaac temía, seguramente me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y anoche me hizo justicia.
  • Salmo 35:1 - Defiéndeme, Señor, de los que me atacan; combate a los que me combaten.
  • 1 Pedro 2:23 - Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia.
  • Jeremías 37:1 - Nabucodonosor, rey de Babilonia, puso como rey de Judá a Sedequías hijo de Josías, en lugar de Jeconías hijo de Joacim.
  • Jeremías 37:2 - Pero ni Sedequías ni sus siervos ni la gente de Judá hicieron caso a las palabras que el Señor había hablado a través del profeta Jeremías.
  • Jeremías 37:3 - No obstante, el rey Sedequías envió a Jucal hijo de Selemías y al sacerdote Sofonías hijo de Maseías a decirle al profeta Jeremías: «Ora por nosotros al Señor nuestro Dios».
  • Jeremías 37:4 - Mientras tanto, Jeremías se movía con total libertad entre la gente, pues todavía no lo habían encarcelado.
  • Jeremías 37:5 - Por otra parte, el ejército del faraón había salido de Egipto. Y, cuando los babilonios, que estaban sitiando a Jerusalén, se enteraron de la noticia, emprendieron la retirada.
  • Jeremías 37:6 - La palabra del Señor vino al profeta Jeremías:
  • Jeremías 37:7 - «Así dice el Señor, el Dios de Israel: “Díganle al rey de Judá que los mandó a consultarme: ‘El ejército del faraón, que salió para apoyarlos, se volverá a Egipto.
  • Jeremías 37:8 - Los babilonios regresarán para atacar esta ciudad, y la capturarán y la incendiarán’ ”.
  • Jeremías 37:9 - »Así dice el Señor: “No se hagan ilusiones creyendo que los babilonios se van a retirar. ¡Se equivocan! No se van a retirar.
  • Jeremías 37:10 - Y aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio, y solo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, estos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».
  • Jeremías 37:11 - Cuando por causa de la incursión del ejército del faraón el ejército de Babilonia se retiró de Jerusalén,
  • Jeremías 37:12 - Jeremías quiso trasladarse de Jerusalén al territorio de Benjamín para tomar posesión de una herencia.
  • Jeremías 37:13 - Pero, al llegar a la puerta de Benjamín, un capitán de la guardia llamado Irías, hijo de Selemías y nieto de Jananías, detuvo al profeta Jeremías y lo acusó: —¡Estás por pasarte a los babilonios!
  • Jeremías 37:14 - Jeremías respondió: —¡Mentira, no voy a pasarme a los babilonios! Pero Irías no le hizo caso, sino que lo detuvo y lo llevó ante los jefes.
  • Jeremías 37:15 - Estos estaban enfurecidos contra Jeremías, así que luego de golpearlo lo encarcelaron en la casa del cronista Jonatán, ya que la habían convertido en prisión.
  • Jeremías 37:16 - Así Jeremías fue encerrado en un calabozo subterráneo, donde permaneció mucho tiempo.
  • Jeremías 37:17 - El rey Sedequías mandó que trajeran a Jeremías al palacio, y allí le preguntó en secreto: —¿Has recibido alguna palabra del Señor? —Sí —respondió Jeremías—, Su Majestad será entregado en manos del rey de Babilonia.
  • Jeremías 37:18 - A su vez, Jeremías le preguntó al rey Sedequías: —¿Qué crimen he cometido contra Su Majestad, o contra sus ministros o este pueblo, para que me hayan encarcelado?
  • Jeremías 37:19 - ¿Dónde están sus profetas, los que profetizaban que el rey de Babilonia no los atacaría ni a ustedes ni a este país?
  • Jeremías 37:20 - Pero ahora, ruego a Su Majestad que me preste atención. Le pido que no me mande de vuelta a la casa del cronista Jonatán, no sea que yo muera allí.
  • Jeremías 37:21 - Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y que, mientras hubiera pan en la ciudad, todos los días le dieran una porción del pan horneado en la calle de los Panaderos. Así fue como Jeremías permaneció en el patio de la guardia.
  • Jeremías 15:10 - ¡Ay de mí, madre mía, que me diste a luz como hombre de contiendas y disputas contra toda la nación! No he prestado ni me han prestado, pero todos me maldicen.
  • Jeremías 18:18 - Ellos dijeron: «Vengan, tramemos un plan contra Jeremías. Porque no le faltará la ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Ataquémoslo de palabra, y no hagamos caso de nada de lo que diga».
  • Jeremías 18:19 - ¡Señor, préstame atención! ¡Escucha a los que me acusan!
  • Jeremías 18:20 - ¿Acaso el bien se paga con el mal? ¡Pues ellos me han cavado una fosa! Recuerda que me presenté ante ti para interceder por ellos, para apartar de ellos tu ira.
  • Jeremías 18:21 - Por eso, entrega ahora sus hijos al hambre; abandónalos a merced de la espada. Que sus esposas se queden viudas y sin hijos; que sus maridos mueran asesinados, y que sus jóvenes caigan en combate a filo de espada.
  • Jeremías 18:22 - ¡Que se oigan los gritos desde sus casas, cuando de repente mandes contra ellos una banda de asaltantes! Han cavado una fosa para atraparme, y han puesto trampas a mi paso.
  • Jeremías 18:23 - Pero tú, Señor, conoces todos sus planes para matarme. ¡No perdones su iniquidad, ni borres de tu presencia sus pecados! ¡Que caigan derribados ante ti! ¡Enfréntate a ellos en el momento de tu ira!
  • Jeremías 20:7 - ¡Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. Todo el mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo.
  • Jeremías 20:8 - Cada vez que hablo, es para gritar: «¡Violencia! ¡Violencia!» Por eso la palabra del Señor no deja de ser para mí un oprobio y una burla.
  • Jeremías 20:9 - Si digo: «No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre», entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más.
  • Jeremías 20:10 - Escucho a muchos decir con sorna: «¡Hay terror por todas partes!» y hasta agregan: «¡Denúncienlo! ¡Vamos a denunciarlo!» Aun mis mejores amigos esperan que tropiece. También dicen: «Quizá lo podamos seducir. Entonces lo venceremos y nos vengaremos de él».
  • Salmo 9:4 - Porque tú me has hecho justicia, me has vindicado; tú, juez justo, ocupas tu trono. Guímel
  • Jeremías 11:19 - Pero yo era como un manso cordero que es llevado al matadero; no sabía lo que estaban maquinando contra mí, y que decían: «Destruyamos el árbol con su fruto, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, para que nadie recuerde más su nombre».
  • Jeremías 11:20 - Pero tú, Señor Todopoderoso, que juzgas con justicia, que pruebas los sentimientos y la mente, ¡déjame ver cómo te vengas de ellos, porque en tus manos he puesto mi causa!
  • Jeremías 11:21 - «Por eso, así dice el Señor en contra de los hombres de Anatot, que buscan quitarte la vida y afirman: “¡No profetices en nombre del Señor, si no quieres morir a manos nuestras!”
  • Salmo 26:1 - Hazme justicia, Señor, pues he llevado una vida intachable; ¡en el Señor confío sin titubear!
  • Salmo 35:23 - ¡Despierta, Dios mío, levántate! ¡Hazme justicia, Señor, defiéndeme!
  • Salmo 43:1 - ¡Hazme justicia, oh Dios! Defiende mi causa frente a esta nación impía; líbrame de gente mentirosa y perversa.
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